CERVICALGIA: QUÉ ES Y CÓMO TRATARLA

¿Qué es la cervicalgia crónica?

La cervicalgia crónica es un dolor persistente en la zona posterior del cuello y la parte inferior del cráneo, con una duración superior a 12 semanas. Se estima que afecta aproximadamente al 25% de la población y, en algunos casos, puede ser incapacitante para las actividades diarias.

Existen tres principales patologías cervicales:

  • Cervicalgia: dolor cervical originado en cambios degenerativos cervicales o contracturas musculares.
  • Braquialgia: dolor irradiado al brazo por compresión o irritación de la raíz nerviosa.
  • Cervicobraquialga: se juntan el dolor en el brazo y en la columna cervical

Causas y factores de riesgo

El dolor cervical suele estar relacionado con los músculos del cuello, y las contracturas musculares son una de las causas más frecuentes. Sin embargo, existen otras condiciones que pueden generar molestias en la zona cervical, algunas de las cuales pueden durar semanas si no se tratan adecuadamente.

  • Contracturas musculares
  • Artrosis
  • Espondilosis cervical
  • Estenosis cervical (o raquídea)
  • Rotura de anillo fibroso y hernia discal
  • Lesiones en los músculos y ligamentos
  • Otras enfermedades (por ejemplo fibromialgia)

También existen factores que pueden predisponer a sufrir cervicalgia, como la sobrecarga laboral, la mala postura, un descanso nocturno de mala calidad, el estrés, la ansiedad, entre otros.

Signos y síntomas

Los síntomas del dolor cervical pueden variar según la causa y la gravedad de la lesión. Entre los más comunes se incluyen:

  • Dolor y rigidez en el cuello: Las contracturas musculares pueden dificultar el movimiento, limitando la capacidad para doblar y girar el cuello.
  • Dolores de cabeza (cefalea tensional): El dolor en la zona cervical puede irradiar hacia la cabeza, causando molestias o presión.
  • Sensación de mareo o vértigo: Puede sentirse inestable o desorientado, especialmente al mover el cuello.
  • Dolor en los hombros y espalda: Es común que los problemas cervicales se extiendan a otras áreas, como la espalda y los hombros.
  • Hormigueo y debilidad en los brazos: El dolor cervical también puede provocar sensaciones de hormigueo, entumecimiento o debilidad en los brazos y manos.
  • Cansancio y debilidad generalizada: El dolor constante puede generar fatiga y falta de energía.
  • Trastornos visuales y pitidos en los oídos: En algunos casos, pueden aparecer problemas visuales o ruidos en los oídos (acúfenos).
  • Náuseas y vómitos: En situaciones más graves, el dolor cervical puede provocar síntomas adicionales como náuseas o vómitos.

Si experimenta alguno de estos síntomas, especialmente si persisten o empeoran, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico adecuado y tratamiento especializado.

Cervicalgia mecánica crónica

Es la forma más común de cervicalgia. El dolor empeora con el movimiento y mejora con el reposo. Puede deberse al desgaste, la práctica de ciertos deportes, trabajos mecánicos repetitivos, traumatismos previos o problemas degenerativos en la columna cervical.

¿Cómo mejorar la cervicalgia crónica?

La fisioterapia es el tratamiento de elección para la cervicalgia crónica, permitiendo obtener excelentes resultados sin necesidad de cirugía.

  • Fisioterapia manual: técnicas como masajes, movilizaciones y manipulaciones para reducir el dolor y mejorar la movilidad del cuello.
  • Ejercicios de tonificación y estiramientos: fortalecimiento de los músculos del cuello y los hombros para mejorar la movilidad y reducir la tensión.
  • Diatérmia (radiofrecuencia terapéutica): aplicación de calor profundo para aliviar el dolor, relajar la musculatura y mejorar la circulación.
  • Aplicación de calor o frío: ayuda a reducir la inflamación y aliviar las molestias en la zona afectada.